miércoles, 6 de abril de 2016

LA CHICA

La chica miró la pantalla.
Los mensajes que tanto esperaba nunca llegaban. No hacía otra cosa que observar esa rectangular pantalla del demonio.
El reloj de su mesita de noche no paraba con su tick tack mientras sus agujas parecían marearle y jugar a "quien va más despacio gana". Los segundos se convertían en minutos y estos en horas. Ella seguía allí, contemplando, esperando.
Pero él no hablaba, él no decía nada. Nunca lo hacía. Aunque ella esperase eternamente, él nunca respondería, porque todo lo que tenía que decir, él ya lo había dicho.

Ni lágrimas, ni sentimientos, ni nada. Eso era lo que sentía ella. Nada. Se estiró en la cama mientras esucuchaba la televisión que parecía estar a millones de km de donde ella se encontraba. Le asustaba no sentir nada. ¿Y si ya no volvía a sentir en toda su vida? ¿Y si todo lo sentimental que había sido hacía tantos años, ya nunca volvía?

Se contempló las manos. ¿De qué servía su existencia? ¿Quién repararía en su marcha si realmente se iba? Claro, aquellas personas con las que diariamente se cruzaba, pero, ¿y si esas personas solo estaban en su cabeza? ¿Y si lo estaba imaginando todo?

¿Y si todo lo que había vivido era en realidad un extraño y retorcido sueño?

2 comentarios:

  1. Hola.
    Lamento que te sientas así, porque creo que siento algo similar, a veces me pregunto lo mismo. Pero, sólo puedo decirte que esta sensación pasa, que aunque duele, pasará, el tiempo correrá, y ningún problema es eterno... Habrá tiempos mejores, sensaciones nuevas y mejores.
    Te mando un abrazo.

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  2. El miedo a no sentir nada es una mala perra. Y el problema es que de verdad te lo crees en el momento, porque cuando te sientes mal al menos parece que el tiempo pasa, pero la apatía, ah, es otra historia... Pero como dice Daniela, el tiempo pasa, aunque suene a topicazo.
    Un saludo :)

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